Datos sobre BIOMAGNETISMO ANIMAL Revelados

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El uso de la magnetita se remonta a la antigüedad por muchos pueblos: egipcios, caldeos, chinos, árabes, romanos.

Aristóteles y Plinio ensalzaron las características terapéuticas de la magnetita, que se utilizaba particularmente para purgar, contra la gota, las enfermedades oculares, pero asimismo con una dirección apotropaica, para alejar los malos espíritus.

EL MAGNETISMO EN LA NATURALEZA
En los últimos tiempos , los biólogos han descubierto que varios animales se orientan merced a unas células especiales que son sensibles a los campos imantados.

Ciertas bacterias que viven en el agua se ven afectadas por los campos magnéticos , y en sus organismos hay pequeños cristales de magnetita; esta sensibilidad se llama magnetotaxismo o magnetotaxia.

Estas bacterias son reales imanes biológicos, hasta el punto de que, incluso cuando están muertas , se disponen en la dirección Norte-Sur como la aguja de una brújula. No solo las bacterias detallan esta especial aptitud, sino más bien también muchos otros animales, como los insectos, las aves, los atunes y los delfines; todos estos seres tienen células magnéticas en su cuerpo: los magnetosomas.

Por otro lado , toda la naturaleza está inmersa en el campo geomagnético terrestre, y es evidente , por consiguiente , que ha dado a sus criaturas la oportunidad de usar este recurso.

EL MAGNETISMO EN EL HOMBRE
El hombre asimismo es un ser biomagnético y, como tal, es sensible a las deficiencias, oscilaciones y avatares del magnetismo terrestre.

La Tierra pierde un 0,05% de su magnetismo de año en año , y para bastantes , esta deficiencia puede representar un desequilibrio imantado , lo que hace alteraciones.

De las indagaciones efectuadas se desprende que la edad asimismo está relacionada con la deficiencia de Biomagnetismo, y se encontró lo siguiente

entre 20 y 30 años 3% de pérdida
entre 30 y 40 años, 9% de pérdida
entre 40 y 50 años pérdida del 28%.
entre 50 y 60 años pérdida del 45%.
mucho más de 60 años 15% de pérdida
Las deficiencias imantadas tienen la posibilidad de ser de 2 tipos:

desequilibrio de adentro gracias a la naturaleza bioquímica celular del cuerpo.
desequilibrio externo debido al entorno vital y a la naturaleza geofísica del lugar.
Recordemos que el hombre, al igual que la célula, es un ser bio-electro-químico-imantado , y como tal sensible al biomagnetismo, si bien éste sea de baja magnitud.

Según algunos científicos, la reflexopresión y la acupuntura asimismo actúan utilizando los campos electromagnéticos del cuerpo.

2 investigadores estadounidenses, Burn y Becker, afirman que en el cuerpo humano hay campos electromagnéticos de bajísima frecuencia con emisiones tanto continuas (DC) como alternas (AC).

Según estos investigadores , el campo biomagnético se extiende de arriba abajo y viceversa , y del centro del cuerpo a la periferia y viceversa.

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Cuando un órgano está enfermo, se detectan anomalías en los campos electromagnéticos, y mediante la reflexología y la acupuntura se trabaja de manera directa en centros energéticos particulares que pueden editar las cargas electromagnéticas del cuerpo. Este cambio conduce a un reequilibrio no solo de tipo imantado , sino asimismo biológico, promoviendo la variación de determinadas sustancias químicas

Ciertos investigadores charlan de un futuro en el que el electromagnetismo reemplazará en parte a los medicamentos y la cirugía, y ahora se ha comprobado que un campo electromagnético pulsante facilita la soldadura de huesos fracturados.

Ya hace algún tiempo , asimismo se venden en las farmacias italianas unos pequeños imanes sinterizados provistos de un esparadrapo autoadhesivo que se aplican en los puntos del cuerpo donde hay dolor. Por ejemplo , mal muscular, dolor de espalda, mal en los brazos, pies, piernas, etc.

CURSO BIOMAGNETISMO PARA MASCOTAS Estos parches magnéticos tienen que dejarse colocados a lo largo de unos días. Su acción curativa (de tipo magnético ) está relacionada con los antiguos entendimientos de la magnetoterapia en uso en todos los países de todo el mundo , y de los que Paracelso primero, y Mesmer después, fueron los precursores.

Los imanes que se utilizan acostumbran a ofrecer un campo magnético de 2000 a 2500 gauss.

Su tamaño es proporcional al tamaño de la región del cuerpo humano sobre la que se desea actuar.